La problemática del Radón en interiores
El radón es la segunda causa principal de cáncer de pulmón, después del tabaquismo. Medir los niveles de radón en su casa es la única forma eficaz de determinar si usted y su familia corren el riesgo de estar expuestos a niveles altos de radón.
¿Qué es el radón?
El radón es un gas radiactivo incoloro, inodoro e insípido. Se produce por desintegración radiactiva natural del uranio presente en suelos y rocas. El agua también puede contener radón.
El radón emana fácilmente del suelo y pasa al aire, donde se desintegra y emite otras partículas radiactivas. Al respirar se inhalan esas partículas, que se depositan en las células que recubren las vías respiratorias, donde pueden dañar el ADN y provocar cáncer de pulmón.
Al aire libre, el radón se diluye rápidamente hasta alcanzar concentraciones muy bajas y no suele ser peligroso. Su concentración media1 en el aire libre varía de 5 Bq/m3 a 15 Bq/m3, pero en los espacios cerrados es más elevada, sobre todo en los lugares poco ventilados. Las minas, las cuevas y las centrales de tratamiento de aguas son algunos de los lugares donde se registran los niveles más altos. En los edificios como las viviendas, las escuelas y las oficinas, sus concentraciones oscilan entre 10 Bq/m3 y más de 10 000 Bq/m3. Habida cuenta de las propiedades de este gas, los ocupantes de tales edificios podrían estar viviendo o trabajando con niveles muy altos sin saberlo.
Efectos del radón en la salud
El radón es una de las principales causas de cáncer de pulmón. Las estimaciones actuales sobre la proporción de los casos de cáncer de pulmón atribuibles a este gas varían entre un 3% y un 14% según la concentración media de radón en el correspondiente país y de la prevalencia del consumo de tabaco.
La primera vez que se detectó este efecto fue al comprobarse un aumento en la tasa de cáncer de pulmón entre trabajadores de minas de uranio expuestos a altas concentraciones de radón. Además, hay estudios realizados en Europa, Norteamérica y China que confirman que, incluso en concentraciones bajas como las que se encuentran en las viviendas, el radón también entraña riesgos para la salud y causa cáncer de pulmón en todo el mundo.
El riesgo de este cáncer aumenta en un 16% con cada incremento de 100 Bq/m3 en la concentración media de radón a largo plazo. Se sabe que la relación dosis-respuesta es lineal, es decir, que el riesgo de cáncer de pulmón aumenta de forma proporcional al aumento de la exposición al radón.
La probabilidad de que este gas provoque cáncer de pulmón es mayor en los fumadores y, de hecho, se ha calculado que el riesgo asociado al radón que corre un fumador es 25 veces superior al de una persona que no fuma tabaco. Hasta la fecha, no se ha demostrado que este gas provoque otros tipos de cáncer u otros efectos para la salud, aunque, tras ser inhalado, puede llegar a otros órganos, si bien a un nivel mucho menor que a los pulmones.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) y la Dirección General de Servicios de Salud de los Estados Unidos estiman que el radón causa más de 20 000 muertes por cáncer de pulmón por año en este país. Cuando una persona inhala el radón, las partículas radiactivas de este gas pueden quedar atrapadas en los pulmones. Con el tiempo, estas partículas radiactivas aumentan el riesgo de cáncer de pulmón. Pueden pasar años antes de que se presenten los problemas de salud.
Mapa de la presencia de gas radón en España
Consejo de Seguridad Nacional
Ver soluciones